martes, 16 de junio de 2009

Adios a mis boxer rojos

Creo que todos tenemos alguna prenda que consideramos de la suerte, ejemplo, un jean que utilizamos para las citas espaciales, o una chaqueta que nos ponemos porque sabemos que nos pasan buenas cosas con ella.

También tenemos prendas que son todo lo contrario, el día que las usamos llueve, o pisamos caca de perro, o algo extraño nos pasa, no siempre muy bueno.

Pero miremos el lado positivo, más bien, de esas prendas que nos traen suerte, como el bóxer de la suerte que usas para tus citas donde sabes que habrá un ligue, esa camisa que te colocas para las entrevistas de trabajo o con algún nuevo cliente.

Pero qué hacer cuando tu súper bóxer del poder, el bóxer de las primeras veces, el bóxer del poder, ese bóxer que es para ti como el cabello para Sansón, como las espinacas para Popeye, que hacer si tu mega bóxer pasa a mejor vida, se empieza a deteriorar, ¿qué hacer?, ¿cómo encontrar un nuevo bóxer del poder?, ¿una nueva camisa con la fuerza de un Jedi?, ¿cómo encontrar un nuevo pantalón que diga en su entrepierna “Esto es poder”?.

Muchas veces me a pasado que compro cosas nuevas, al momento de comprarlas se sienten bien, pero, luego, cuando las usas por primera vez, no te sientes con ese poder, con esa Fuerza, ni siquiera te sientes tentado por el lado oscuro ni nada, es difícil, es tenaz, pero a veces encontrar esa prenda para tus eventos especiales no tiene buen resultado.

Bueno, adiós a mis bóxer rojos, mis bóxer del poder, mis bóxer de conquista, sniffff, adjunto lágrima, gracias compañeros de lucha, compañeros de faenas, compañeros de huir a las dos de la mañana por la ventana de un apartamento, adiós a mis compañeros, que siempre me dejaban al momentos de empezar la faena.

Los extrañare.