solo en Colombia nos inventamos y le tenemos tiros o dichos a TODOOOOOOO. Que viva COLOMBIA!!!!!!!!!!!!! Carajoooooo. Y Empezamos: ü Mas Salado que botón de Body ü Más Aburrido que un mico en un Bonsái ü Más Aburrido que un pescado en un tetero ü Más Aburrido que un caballo en un balcón ü Mas Maluco que una Tasada de babas....... de otro ü Mas Ordinario que un ataúd con calcomanías ü Mas Ordinario que un Cucurucho con hogao ü Más Feo que Cagar parao..... ü Más Duro que coger un jabón con el Culo ü Más Duro que talón de indio ü Mas amarrado que un tamal ü Más peligroso que un tobogán de esterilla ü Más Perdido que un bizco en un guadual. ü Más Perdido que un moco en una oreja... ü Se Mueve más un Alka Seltzer en una mazamorra ü Mas picado que muela de gamín ü Es más Bravo el gusano de la guayaba ü Mas Ordinario que una gallina con orejas ü Es más fácil hacer gárgaras con arequipe ü Mas fácil Orinar tosiendo ü Más feo que un moco en el bigote ü Tiene más presencia un perro de taller ü Más maluco que uno cagando y otro viendo ü Más feo que abrazar al papa parolo ü Más tragao que media de montañero ü Más Duro que mordisco de loco!!! ü Trabaja más un hippie en una foto ü Más viejo que media de Derby ü Mas fácil sacarse un moco con el dedo gordo... ü Más maluco que concierto de mudo... ü Mas contento que marica con dos culos ü Se mueve más una oreja ü Más peludo que jabón de paseo ü Mas perdido que Adán el día de la madre ü Mata un grillo pa sacarle el pito ü Pica más una empanada de Cambray... ü Más caído que teta de gitana ü Más ordinario que cementerio con timbre ü Más culo tiene un paletero en bajada ü Mas culo tiene un gato empinado ü Mas Salado que cuca de sirena... ü Tiene más culo un pescao… ü Más Peligroso que muletas con rodachines... ü Más ordinario que mondongo con champiñones ü Mas ordinario que acompañar frijoles con champaña ü mas ordinario que un entierro en volqueta ü mas ordinario que una monja en guayos ü mas inútil que teta de monja ü mas ordinario que brasier con mangas ü Mas ordinario que un chino con rastas ü mas ordinario que biblia fotocopiada ü Trabaja más el sastre de Tarzán ü Más Apretado que pedo de visita ü Más preocupada que monja con retraso ü Más lento que alkaseltzer en kumis ü mas ordinario que bebe con chucha ü mas ordinario que avión con registradora ü Más rascao que gueva de perro ü Más contento q Mac Guiver en Home Center ü Mas cerrado que culo de muñeco. ü Más fácil encontrar la mama del chavo ü Más peligroso que un tiroteo en un ascensor ü Más triste que mico recién cogido ü Mas ordinario que gallina mensajera ü Huele más maluco que pocillo de loco!!! ü "Mas ordinario que traqueto con sisben" ü Tiene más carne el calentao de un gamín. ü No me hagas reír..... Que se me arrugan las nalgas!!! ü Duele más que tener un hijo cabezón ü Más tierno que una güeva de peluche. ü Es más fácil encontrar un negro pecoso. ü Es más fácil encontrar un japonés crespo ü Mas ordinario que un pene con vena várice. ü Mas perdido que la mamá de Jose Miel ü Tiene más reversa un bollo ü Más difícil que dejar a la moza ü Se despide más que circo pobre ü Más aburrido que celador sin radio |
En este sitio deseo plasmar algunos de mis pensamientos y vivencias, espero que sea de su agrado.
viernes, 9 de julio de 2010
LOS MEJORES DICHOS "SOLO EN CHIBCHOMBIA"
miércoles, 7 de julio de 2010
Amo a mis clientes, una historia real de Guffo Caballero
G u f f o C a b a l l e r o
Las mujeres son necias por naturaleza y al negocio de cajas llegan por montones. Con el tiempo me he dado cuenta que, cuando una mujer se casa con una idea, no hay quién se la quite de la cabeza. Ah,...
Las mujeres son necias por naturaleza y al negocio de cajas llegan por montones. Con el tiempo me he dado cuenta que, cuando una mujer se casa con una idea, no hay quién se la quite de la cabeza. Ah,...
Las mujeres son necias por naturaleza y al negocio de cajas llegan por montones. Con el tiempo me he dado cuenta que, cuando una mujer se casa con una idea, no hay quién se la quite de la cabeza.
Ah, pero eso sí: no hay peor cosa que una mujer necia y, aparte, que sea fea y ande de mal humor. Ésas deberían incluir un instructivo que advierta: No mojar, que no le dé la luz y no alimentarla después de la media noche, como a los pinches Gremlins; o, de perdido, que cuenten con un permiso de la PROFEPA, para que puedan andar sueltas en las calles.
Y es que me toca cada caso. Por ejemplo, ayer llegó una señora que yo no sé por qué no se la llevó el huracán Alex o la nave nodriza que la abandonó en este planeta. La charla estuvo así:
-Hola, buenas tardes, señora –le digo cuando abre la puerta, pero no me responde. La mujer observa a detalle la tienda y, después de mirar en todas direcciones, por fin se percata de que estoy ahí.
-Busco unas cajas de plástico que tienen una tapita que…
-Híjole, señora, no manejamos cajas de plástico –le digo, pero se me queda viendo con cara de "¿por qué me interrumpes, imbécil?", y prosigue.
-Son unas cajas así: cuadraditas, blancas, como de plástico corrugado –dice haciendo ademanes con las manos.
-No, señora, tenemos puras cajas de cartón corrugado, doble corrugado y micro corrugado.
-No, pero yo la quiero de plástico.
-Es que no manejamos cajas de plástico, señora. No las fabricamos, pero puede conseguirlas en...
-¿Y de las transparentes?
-¿Transparentes de cuáles, señora?
-De plástico transparente.
-Es que manejamos puras cajas de cartón, señora. No fabricamos cajas de plástico.
La mujer me mira con sospecha y vuelve a pasear su vista por el local, registrando cada rincón y cada artículo, para percatarse de que no miento. Me observa de nuevo y me dice:
-Bueno, entonces por lo pronto me voy a llevar 10 cajas de esas que dice ahí que son para mudanza; quiero guardar ropa.
-Claro que sí, señora, ahorita se las traigo.
Llego al mostrador con las 10 cajas para mudanza y la señora me dice:
-Ay, ¿pero a poco vienen así: desarmadas?
-Sí señora, pero no tiene chiste armarlas. Mire: nomás las abre y les pone…
-No. Yo las quiero armadas.
-Es que si las armo luego no…
-¿Hay un costo extra por armarlas o qué? –me dice con tonito desafiante.
-No, señora, claro que no – le digo, y me pongo a armar las pinches cajas. Al armar la segunda y ver el volumen que ocupan, la señora voltea a ver su coche y luego voltea a verme pelando los ojos:
-¡Ay, pero no me van a cabeeer!
Pensé que la rata que hacía girar su cerebro reaccionaría como a la sexta caja, pero me salió barato: reaccionó a la segunda caja armada.
-Por eso le decía, señora, que mejor se las lleve así: desarmadas.
-Ay, ¿pero luego en mi casa cómo las armo?
-Con cinta, señora. Les pone cinta en...
-Ay, pero también te voy a tener que comprar la cinta, ¿verdad?
-Eh… sí, si en su casa no tiene cinta, sí va a tener que comprarla.
-Pues ándale, dame entonces también una cinta –me dice como si fuera yo el culpable de sus desgracias. Pero ahí no paró la cosa. Como estaba lloviendo, me dice:
-Ay, pero está lloviendo, se van a mojar.
-Sí, tal vez le caen algunas gotitas en el trayecto al coche, pero no les pasa nada, señora.
-¿No tienes una bolsa?
-Híjoles, señora, es que para estas cajas se necesita una bolsa más grande que las de los tambos de la basura.
-¿Y no tienes de esas bolsas?
-No, señora, pero le juro que no les pasa nada a las cajas con que les caigan tantitas gotas. Si les pasa algo, se las cambio y no se las cobro.
La mujer no quitó esa mirada sospechosa ni ese gesto de desaprobación hasta que metí todo en su coche y arrancó.
Insisto: hay mujeres que deberían traer un instructivo: No mojar, que no le dé el sol y no alimentar después de la media noche, como a los pinches Gremlins.
Ah, pero eso sí: no hay peor cosa que una mujer necia y, aparte, que sea fea y ande de mal humor. Ésas deberían incluir un instructivo que advierta: No mojar, que no le dé la luz y no alimentarla después de la media noche, como a los pinches Gremlins; o, de perdido, que cuenten con un permiso de la PROFEPA, para que puedan andar sueltas en las calles.
Y es que me toca cada caso. Por ejemplo, ayer llegó una señora que yo no sé por qué no se la llevó el huracán Alex o la nave nodriza que la abandonó en este planeta. La charla estuvo así:
-Hola, buenas tardes, señora –le digo cuando abre la puerta, pero no me responde. La mujer observa a detalle la tienda y, después de mirar en todas direcciones, por fin se percata de que estoy ahí.
-Busco unas cajas de plástico que tienen una tapita que…
-Híjole, señora, no manejamos cajas de plástico –le digo, pero se me queda viendo con cara de "¿por qué me interrumpes, imbécil?", y prosigue.
-Son unas cajas así: cuadraditas, blancas, como de plástico corrugado –dice haciendo ademanes con las manos.
-No, señora, tenemos puras cajas de cartón corrugado, doble corrugado y micro corrugado.
-No, pero yo la quiero de plástico.
-Es que no manejamos cajas de plástico, señora. No las fabricamos, pero puede conseguirlas en...
-¿Y de las transparentes?
-¿Transparentes de cuáles, señora?
-De plástico transparente.
-Es que manejamos puras cajas de cartón, señora. No fabricamos cajas de plástico.
La mujer me mira con sospecha y vuelve a pasear su vista por el local, registrando cada rincón y cada artículo, para percatarse de que no miento. Me observa de nuevo y me dice:
-Bueno, entonces por lo pronto me voy a llevar 10 cajas de esas que dice ahí que son para mudanza; quiero guardar ropa.
-Claro que sí, señora, ahorita se las traigo.
Llego al mostrador con las 10 cajas para mudanza y la señora me dice:
-Ay, ¿pero a poco vienen así: desarmadas?
-Sí señora, pero no tiene chiste armarlas. Mire: nomás las abre y les pone…
-No. Yo las quiero armadas.
-Es que si las armo luego no…
-¿Hay un costo extra por armarlas o qué? –me dice con tonito desafiante.
-No, señora, claro que no – le digo, y me pongo a armar las pinches cajas. Al armar la segunda y ver el volumen que ocupan, la señora voltea a ver su coche y luego voltea a verme pelando los ojos:
-¡Ay, pero no me van a cabeeer!
Pensé que la rata que hacía girar su cerebro reaccionaría como a la sexta caja, pero me salió barato: reaccionó a la segunda caja armada.
-Por eso le decía, señora, que mejor se las lleve así: desarmadas.
-Ay, ¿pero luego en mi casa cómo las armo?
-Con cinta, señora. Les pone cinta en...
-Ay, pero también te voy a tener que comprar la cinta, ¿verdad?
-Eh… sí, si en su casa no tiene cinta, sí va a tener que comprarla.
-Pues ándale, dame entonces también una cinta –me dice como si fuera yo el culpable de sus desgracias. Pero ahí no paró la cosa. Como estaba lloviendo, me dice:
-Ay, pero está lloviendo, se van a mojar.
-Sí, tal vez le caen algunas gotitas en el trayecto al coche, pero no les pasa nada, señora.
-¿No tienes una bolsa?
-Híjoles, señora, es que para estas cajas se necesita una bolsa más grande que las de los tambos de la basura.
-¿Y no tienes de esas bolsas?
-No, señora, pero le juro que no les pasa nada a las cajas con que les caigan tantitas gotas. Si les pasa algo, se las cambio y no se las cobro.
La mujer no quitó esa mirada sospechosa ni ese gesto de desaprobación hasta que metí todo en su coche y arrancó.
Insisto: hay mujeres que deberían traer un instructivo: No mojar, que no le dé el sol y no alimentar después de la media noche, como a los pinches Gremlins.
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